viernes, 20 de septiembre de 2013

Carta de(re)nuncia.

Renuncio 
a caminar de tu mano, 
a no encontrar el equilibrio si no me sostienes; 

a tus abrazos, 

a sentirme indefensa si no estás; 

a tus besos, 

a lo vació de mis labios sin ellos. 


Renuncio 

al momento de verte, 
a las esperas 
que no terminan; 

a las sonrisa de un día, 

a las lagrimas de madrugadas. 


Renuncio 

a las noches contigo, 
a despertar sin ti; 

al calor de la llama, 

al frío cada vez que se apaga; 

a ser amada a ratos, 

a sentirme invisible casi todo el tiempo. 


Renuncio 

a un sueño, 
a vivir en utopía. 


Renuncio a ti, 

amor, 
a una parte de mí 
que ya no se sostenía.