Buenos días,
corazón.
Dije.
Y no latiste.
Sabías que sería una mañana triste,
de esas en las que seguir durmiendo
es la mejor opción.
Despertaste poco a poco,
reticente.
Latiste.
Débil.
Pero de mañanas grises
nacen los rayos de sol
más puros.
Te rozó
apenas
su calor sureño
y te basto para perder el norte.
Latiste.
Latiste.
Latiste.
Latiste latiste latiste.
Aquella mañana,
bajo cualquier predicción,
no fue triste.
Qué se vistan los días de gris
y frío,
a mí
me basta con el color de sus ojos
para calentar mis huesos
y colorear mis días.
jueves, 20 de marzo de 2014
Será.
¿Será verdad eso que dicen?
¿Será cierto, Primavera?
¿Será que vuelves y
todo volverá a ser cómo era?
Que este frío suelte mis huesos,
que esta nostalgia de ti se disipe,
que tu calor me devuelva la vida
y deje que me muestre
abierta y bonita;
bañada de color.
¿Será cierto, Primavera?
¿Será que vuelves y
todo volverá a ser cómo era?
Que este frío suelte mis huesos,
que esta nostalgia de ti se disipe,
que tu calor me devuelva la vida
y deje que me muestre
abierta y bonita;
bañada de color.
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