viernes, 26 de julio de 2013

Corazón.

Alguien puede decirme 
qué cojones haces 
cuando la cabeza te grita un razonamiento 
más que lógico, 
y el jodido corazón 
(por eso de estar apaleado) 
te susurra: 

un ultimo esfuerzo, 
un pasito más de fe, 
un ultimo intento... 
Quizá salga bien. 

Y es que yo 
siempre he sido más de marcar mis pasos 
al latido de mi corazón, 
lo juro. 

Que a mí  
las cosas a gritos 
nunca me han entrado bien 
(me gusta más 
que entre bien y gritar), 
será por eso 
que se me da mejor 
escuchar al corazón. 

Mi pequeño motor incansable, 
tan caliente 
como paciente 
contigo, conmigo. 

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